Los efectos de la brecha digital han producido lo que muchos autores denominen la división entre "inforricos" (aquellos que tienen acceso a un gran caudal de información) e "infopobres" (quienes permanecen marginados de ese acceso a la información. Esta división no aparece en las visiones optimistas como la del ideólogo del MIT Nicholas Negroponte, para quien la red provocará con el transcurso de los años una democratización en otras áreas de la sociedad. Para Negroponte, "las fuerzas que determinan la difusión del uso de la computación no es social ni racial ni económica, sino generacional. Los pobres y los ricos son tanto jóvenes como viejos." (Negroponte, 1995: 206) Es decir, la brecha sería más generacional que económica.
La postura de Negroponte -basada en un determinismo tecnológico que supedita el progreso social al progreso tecnológico, lo que lo lleva a afirmar que "cada generación es más digital que la anterior"- ignora otros factores sociales que se tienen que dar antes que el acceso a estas nuevas tecnologías, factores que tienen marginados a numerosísimos segmentos sociales en todo el mundo.
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